Conmemoración de los 20 años de ratificación del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco

Alocución Reina Roa R. MD. MSP. PhD. Presidenta de la Mesa Electa de la COP 10

27 de agosto de 2025

Buenas tardes

Dr Tedros Adhanom Ghebreyesus. Director General de la Organización Mundial de la Salud

Dra. Adriana Blanco Marquizo. Jefa de la Secretaria del Convenio Marco de la OMS para el Control de Tabaco

Señor Volker Turk. Alto Comisionado de Derechos Humanos. Naciones Unidas (TBC)

Dr Mansour Zafer Al-Qahtani. Presidente de la Reunión de las Partes del Protocolo para la Eliminacón del Comercio Illicito de los Productos de Tobaco

Representantes de los Estados Partes del Convenio Marco y del Protocolo

Invitados todos

Señoras y Señores

Buenas tardes a todos. Me acojo a los saludos protocolares.

 El Convenio Marco de la OMS para el Control de Tabaco, sin lugar a dudas a trazado para Panamá y el mundo, una ruta en la lucha por alcanzar una mejor salud, con mayor bienestar y calidad de vida, lucha que se forjada con la participación de muchos actores institucionales, pero sobre todo con el conjunto de la sociedad mundial para salvar vidas mediante la prevención y control de los daños que causa el uso de los productos de tabaco y sus emisiones tóxicas.

 Como primer tratado mundial de salud pública es un instrumento vinculante que nos abruma con todas sus enseñanzas y es, sin lugar a dudas uno de los más grandes logros de la Organización Mundial de la Salud en sus 75 años de vida.

Hace alrededor de 22 años, los Estados Miembros tomamos una decisión histórica, enfrenar con decisión y mucha fuerza, el impacto mortal que ocasionan los productos de tabaco a sus consumidores y a quienes se exponen a sus humos tóxicos. Dimos un paso sin precedentes iniciando la negociación del Convenio Marco acompañados del liderazgo de la Dra. Brunlak, entonces Directora General de la OMS y de experiencia y expetis diplomática del presidente del Organo de Negociación, Celso Amorín, Embajador de Brasil en la Misión Permanente en Ginebra, que desempeño una excelente conducción del proceso negociador. Además, reconozco el papel fundamental de las organizaciones no gubernamentales porque sin su trabajo y sin sus orquídeas y cenicero sucio, hubiera sido casi imposible lograrlo.

Debo reconocer que tuve el privilegio de participar en las seis sesiones del Organo de Negociación Intergubernamental y en todo el proceso hasta su ratificación y entrada en vigor, lo que han sido una enseñanza personal y profesional invaluable.

 El proceso negociador y el camino a la ratificación y entrada en vigor del Convenio fue complejo, lleno de dificultades, dónde las presiones por el tema comercial y la interferencia de la industria fueron perisistentes y feroces, tanto que en ocasiones parecia que no encontraríamos la luz al final del túnel.

Hoy, puedo decir que la realidad fue otra y a pesar de muchos desacuredos y desencuentros prevaleció el interés común por la salud pública, pero más allá de eso por el derecho a la salud y a la vida, porque los productos de tabaco enferman, discapacitan y matan a sus consumidores y a quienes están expuestos a sus humos tóxicos.

 Haciendo memoria histórica, lo que muchos decían, que ese es solo un tratado de la OMS y era su primera experiencia en la negociación de tratados multilaterales, se conviertió en un tratado de Derechos Humanos, porque se enfoca en la salud y la vida, derechos fundamentales ampliamente reconocidos en el seno de las Naciones Unidas y en las Constituciones Nacionales de sus Estados Partes y que en el caso de Panamá ha sido reconocido en sendos fallos de la Corte Suprema de Justicia.

No quiero que mis palabras se entiendan como una victoria, aunque si es una gran victoria, pero la realidad de hoy, es que a nivel global, regional y local la industria tabacalera se recompone manteniendo y renovando sus estrategias para interferir en las decisiones de las Partes, cada día y en cada Conferencia de las Partes, hace sentir su presencia, defendiendo sus productos “legales” para perpetuar la adicción y hacer más vulnerables a los más pobres.

 Los Estados Partes del Convenio Marco, de manera responsable y con liderazgo avanzamos paso a paso hacia la dificil tarea de aplicación plena, ya no solo del Convenio Marco sino también del Protocolo para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco, guiados por sus directrices, afrontando y enfrentando desafíos que emanan de nuestras propias realidades, con esfuerzos diferenciados en cada uno de nuestros países, pero siempre enfocados en la necesidad de proteger la salud pública de nuestras poblaciones.

 Las enfermedades crónicas no transmisibles, por mencionar algunas, no nos permiten que hagamos una pausa, cada vez más es necesario reenfocar nuestras estrategias y acciones para lograr una de nuestras metas “alcanzar un descenso del 30% en la prevalencia de uso de productos de tabaco”.

 Así mismo, surgen nuevos desafíos, los productos novedosos de tabaco, que desde la perspectiva de la industria son casi inocuos, pero que realmente contienen nicotina y son adictivos, particularmente para nuestros jóvenes, sus principales usuarios. Además, ya hay evidencia científica independiente de que ocasionan daño a la salud y se les ha podido atribuir algunas defunciones.

 Desde la ratificación del CMCT, se han acumulado experiencias que ha implicado trabajar muy de cerca con líderes de otras regiones, compartir entre todos y aprender los unos de los otros, de hecho enfrentar la realidad de la COVID-19 y su impacto en la gestión del control de tabaco. Estas experiencias han tenido un acompañamiento del Secretariado del Convenio, cuyos esfuerzos y compromisos han sido invaluables.

 En Panamá, con el Ministerio de Salud a la cabeza, nos organizarnos para construir alianzas institucionales e interinstitucionales mediante la conformación de comisiones y consejos a través de los cuales construimos viabilidad para la aplicación de planes, estrategias e intervenciones colectivas en pro de la implementación del CMCT, y hoy podemos decir que tenemos una prevalencia de consumo actual de productos de tabaco, en población de 15 años y más, de 5%.

 Aprovecho la ocasión, para felicitar a todos los Estados Partes en este cumpleaños y para reiterar el agradecimiento de Panamá, por habernos permitido ser, no solo el país anfitrión de la COP 10 y de la MOP 3, sino el punto de reencuentro después de 5 años de virtualidad.  Al igual que, a las Partes de la Región de las Américas por haber puesto su confianza en Panamá para representarlas en la Mesa de la COP, durante varios años.

 El 20vo aniversario de la entrada en vigor del Convenio Marco de la OMS para el Control de Tabaco me hace reflexionar en torno a como continuar con los temas pendientes y rezagados en la aplicación del Convenio, tal es el caso de la regulación de contenidos; el incremento sostenido de los impuestos al tabaco de forma que se traduzca en un incremento de los precios y por tanto, en una medida de protección de la salud; en los retos que imponen las redes sociales, las películas en cine y stremings en materia de publicidad y promoción; en la necesidad de globalizar el uso del empaquetado sencillo, en qué hacer para fortalecer el acceso y cobertura universal a servicios de cesación antitábaquica y particularmente en la renovación de las estrategias de vigilancia y control de las medidas implementadas. Cómo dije antes, la victoria de su ratificación se acompaña de muchos retos y desafíos para su aplicación plena, sin desigualdades, reduciendo brechas en la búsqueda de la equidad en salud, juntos podemos lograrlo.

 Finalmente, reitero que ‘’El CMCT de la OMS representa uno de los mayores logros en la historia de la salud pública global. He sido testigo de su impacto desde su creación y, hoy como Presidenta de su COP, sigo viendo cómo este tratado brinda a los países las herramientas necesarias para proteger a sus poblaciones de la devastadora epidemia del tabaco. Celebramos 20 años de avances, compromiso y vidas salvadas gracias al Convenio Marco. ¡Feliz aniversario al Convenio Marco! Salud, por muchos años más de vida productiva y acertiva.