El control del tabaco en Colombia: experiencias y desafíos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Discurso de la Jefa de la Secretaría del Convenio

11 de mayo de 2022

Gracias, moderadora,

Excelencias, estimados colegas, estimados participantes,

Es un privilegio estar hoy con ustedes en este importante acto, junto con colegas del Ministerio de Salud y Protección Social, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la Organización Panamericana de la Salud, el mundo académico y la sociedad civil, a fin de examinar los avances y logros de Colombia en el control del tabaco, en especial en los últimos años en los que ha contado con el apoyo del proyecto FCTC 2030. 

Todos conocemos lo perjudicial que es el tabaco para la salud, pero es imprescindible recordar el importante impacto que tiene el tabaco en otros aspectos del desarrollo sostenible como son los aspectos económicos, ambientales y sociales.

Por esa razón, en el año 2003 los Estados Miembros de la OMS adoptaron por unanimidad el Convenio y su aplicación está incluida explícitamente como meta en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

A modo de resumen, quisiera recordarles que el proyecto FCTC 2030 se puso en marcha en 2016 con el objetivo de apoyar a los países que cumplen los criterios para recibir asistencia oficial para el desarrollo para que sigan avanzando en la aplicación del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT de la OMS).

El proyecto ha sido posible gracias a la generosa contribución del gobierno del Reino Unido inicialmente y de los gobiernos de Australia y Noruega que se unieron posteriormente como donantes de este proyecto, a quienes quiero hacer llegar mi sincero agradecimiento por este apoyo que ha redundado en importantes beneficios para muchos países.

Este proyecto ha sido liderado por la Secretaría del Convenio, y desarrollado en conjunto con PNUD, la OMS, la OPS y otros socios ( a quienes igualmente expreso mi agradecimiento por su apoyo).

Hoy día, tras casi seis años de apoyo a los países de la Fase 1(como es el caso de Colombia) —y teniendo en cuenta los logros alcanzados—, la Secretaría del Convenio necesita poner los limitados recursos del proyecto FCTC 2030 a disposición de otros países elegibles para recibir asistencia oficial para el desarrollo.

Ha sido muy alentador ver el liderazgo del Ministerio de Salud en el desarrollo del proyecto, y su compromiso para continuar promoviendo la aplicación del Convenio en el futuro; para lo cual el nuevo Plan Decenal de Salud Pública de Colombia y del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 serán instrumentos fundamentales.

A lo largo de los años, Colombia ha logrado reducir la prevalencia del consumo de tabaco gracias a la adopción de políticas clave, como lo son: la adopción de ambientes libres de humo en lugares públicos y de trabajo, la prohibición total de la publicidad, promoción y patrocinio del tabaco, aumentos significativos en los impuestos y la inclusión de advertencias sanitarias gráficas en el empaquetado.

Durante el proyecto, Colombia trabajó firmemente para que estos avances políticos se solidificaran, por ejemplo, con la creación y fortalecimiento de un mecanismo coordinador intersectorial, de alto nivel, para el control del tabaco y la aplicación de medidas prácticas para vigilar y fortalecer el cumplimiento de estas políticas. Creo que estos son elementos estructurales que pueden contribuir a asegurar la sostenibilidad del control del tabaco en Colombia.

Asimismo, durante el proyecto, se fortalecieron las estructuras necesarias para apoyar a los consumidores de tabaco para que dejen de fumar, y se desarrollaron de nuevos documentos para sustentar el desarrollo de políticas basadas en evidencia.

Me complace decir que todos los socios del proyecto estamos muy agradecidos de haber podido trabajar con un equipo nacional tan competente y apasionado en el marco del proyecto FCTC 2030.

No puedo dejar de mencionar las extremas dificultades que la pandemia de COVID-19 ha presentado en los últimos años y a pesar de ello, Colombia ha mantenido sus esfuerzos para el control del tabaco.

Mientras los países trabajan para recuperarse de la COVID-19, el control del tabaco tiene un papel vital que desempeñar en los procesos de reconstrucción y mejora, al tiempo que nos esforzamos por construir sociedades más sanas y resilientes y economías más sostenibles; lo cual fue reconocido por las partes en una declaración aprobada en la novena Sesión de la Conferencia de las Partes o COP, como solemos llamarla.

Por ejemplo, políticas tributarias eficaces en relación con el tabaco pueden no solo reducir la demanda de productos del tabaco, sino además ser un medio importante de generar ingresos para el gobierno, tal como se indica en la Agenda de Acción de Addis Abeba.

El Caso a favor de la inversión para el control de tabaco en Colombia, explica claramente este punto. Ilustra el impacto económico positivo de la incorporación de intervenciones más contundentes para el control del tabaco y ofrece pruebas económicas objetivas de mucha utilidad para los responsables políticos.

Señoras y señores, necesariamente necesito referirme al mayor obstáculo existente para el avance del control del tabaco: la industria tabacalera.

Esta industria tiene un único objetivo global: lograr el máximo beneficio para sus accionistas, para lo cual es un imperativo para la industria el reclutamiento de nuevos adictos a sus productos: niños y jóvenes; y la protección de sus intereses tejiendo relaciones con los gobiernos que le permitan luego interferir en la elaboración de políticas que no le benefician.

Es por ello, que el artículo 5.3 del Convenio, acerca de la prevención de la interferencia de la industria tabacalera en la formulación de políticas públicas, debe ser aplicado con firmeza en todos los Estados Parte, y debe incluir todos los sectores de gobierno, no solo Salud, pues como hemos visto, el problema del tabaco es multidimensional, y son muchos los actores involucrados en su solución.

Un reto particular para todos los países es la comercialización agresiva de productos de tabaco y de nicotina novedosos, como los productos de tabaco calentado y los cigarrillos electrónicos.

Las Partes en el CMCT de la OMS han expresado claramente en la octava COP, que los nuevos productos de tabaco deben ser regulados como lo que son: productos de tabaco, para los cuales todas las medidas del Convenio rigen en su totalidad.  

Y en cuanto a los cigarrillos electrónicos, las Partes han expresado en previas sesiones de la COP, que estos productos deben ser o bien prohibidos por completo o firmemente regulados, teniendo en cuenta para ello, la protección de la salud pública en general y de los jóvenes y otras poblaciones vulnerables en particular.

Deseo hacer un llamamiento a los responsables de la toma de decisiones en Colombia para que continúen trabajando en la protección de los avances que con tanto esfuerzo se han logrado en el control del tabaco y la salud pública.

Algunas importantes medidas a considerar podrían ser:  aumentar aún más los impuestos sobre el tabaco y reducir así la asequibilidad de estos productos, aumentar el tamaño de las advertencias sanitarias gráficas y sopesar las ventajas de exigir un empaquetado neutro para los productos de tabaco.

También animo a Colombia a que se adhiera al Protocolo para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco y se una a la cada vez mayor comunidad internacional dispuesta a trabajar en conjunto para acabar con el comercio ilícito y reforzar las iniciativas de control del tabaco a nivel mundial y así proteger los avances logrados con la aplicación del Convenio.

Puede que el proyecto FCTC 2030 haya concluido en Colombia, pero no puedo dejar de insistir en que el control del tabaco ha de seguir siendo una prioridad, y que la Secretaría del Convenio está dispuesta a continuar proporcionando apoyo técnico para respaldar las futuras ambiciones políticas de su país en materia de control del tabaco.

Espero con interés escuchar más detalles sobre sus logros y seguir los debates sobre los retos que han encontrado, las necesidades que aún se mantienen y las enseñanzas extraídas, así como los avances prometedores en el control del tabaco que Colombia puede llevar a cabo en un futuro próximo.

¡Gracias!

Enlaces conexos

FCTC 2030